La calidad y la excelencia se convierten en un evento mediático
Cuando hablamos de «producto cultural», nos referimos tanto a bienes culturales muebles como inmuebles: exposiciones, conciertos, festivales de cine, presentaciones de libros y todo lo que tenga que ver con la expresión artística en sentido estricto.
Strutturare un piano marketing per la cultura è un’operazione molto complessa in cui occorre tenere conto delle tante ricadute che la promozione del patrimonio ha sull’economia del territorio e a livello sociale.
Happee Place è in grado di creare eventi mediatici nel settore della cultura, dello sport e dell’intrattenimento puntando su progetti di eccellente qualità.
Estructurar un plan de marketing para la cultura es una operación muy compleja en la que hay que tener en cuenta los numerosos efectos indirectos que la promoción del patrimonio tiene en la economía local y a nivel social.
Happee Place es capaz de crear acontecimientos mediáticos en los ámbitos de la cultura, el deporte y el entretenimiento centrándose en proyectos de excelencia.
Happee Place es capaz de crear acontecimientos mediáticos en los ámbitos de la cultura, el deporte y el entretenimiento centrándose en proyectos de excelencia.
De las ideas nace el reto, que es el principal elemento que induce a atreverse y a crear.
Efectivamente, hoy nos encontramos ante el dinámico mercado del tercer milenio que incorpora en su ADN la profunda transformación que ha provocado la globalización: un lenguaje universal que une mundos antes distantes entre sí, generando una ruptura de barreras culturales que hace necesaria una nueva forma de «hacer cultura».
Ideas, imágenes, experiencias, visiones corren veloces por la red, generando las sinergias necesarias para que las iniciativas puedan expresarse en toda su esencia.
El proceso de alfabetización del futuro ha iniciado su cuenta atrás y apoyaremos a los territorios para que puedan aprovechar las grandes oportunidades del nuevo Renacimiento.
La capacidad de ser visionario será recompensada, y el oxígeno de las ideas es esencial para traducir la imaginación en realidad.
Efectivamente, hoy nos encontramos ante el dinámico mercado del tercer milenio que incorpora en su ADN la profunda transformación que ha provocado la globalización: un lenguaje universal que une mundos antes distantes entre sí, generando una ruptura de barreras culturales que hace necesaria una nueva forma de «hacer cultura».
Ideas, imágenes, experiencias, visiones corren veloces por la red, generando las sinergias necesarias para que las iniciativas puedan expresarse en toda su esencia.
El proceso de alfabetización del futuro ha iniciado su cuenta atrás y apoyaremos a los territorios para que puedan aprovechar las grandes oportunidades del nuevo Renacimiento.
La capacidad de ser visionario será recompensada, y el oxígeno de las ideas es esencial para traducir la imaginación en realidad.